
El otro día estaba sentada en el sillón, persiguiendo una pelusa, cuando una amiga (a la que llamaremos Matilda) me sacó de mi concentración para preguntarme esto:
Oye, en los siguientes casos:
- Más adelante jugaremos al Dominó de las Risas Locas.
- Vamos a jugar al Juego de la Memoria de las Emociones.
- La que se armó fue un «Teléfono Descompuesto».
Las mayúsculas ¿son correctas? ¿La regla ha cambiado y no me enteré?
Matilda estaba revisando un material impreso cuando se encontró con los casos anteriores. La regla a la que ella se refiere es aquélla que dice:
Se escribe con mayúscula inicial únicamente la primera palabra del título de cualquier obra de creación […] (libros, piezas musicales, cómics, películas, cuadros, esculturas, programas de radio o televisión, etc.), mientras que el resto de las palabras que lo componen –salvo los nombres propios o las expresiones, que, por su naturaleza, exijan la mayúscula– deben escribirse con minúscula.[1]
Además, como el uso de cursiva es obligatorio, no es necesario poner en mayúscula todos sus elementos significativos (sustantivos y adjetivos). Ejemplo: La casa de Bernarda Alba, Adiós a todo eso, La conjura de los necios, Thriller, Fiebre de sábado por la noche.
Ahora, volvamos al tema que nos ocupa. En cuanto a los juegos de mesa, la regla dice que se escriben con minúscula por tratarse de nombres comunes: memoria, dominó, ajedrez, damas chinas, damas inglesas, mahjong, solitario, póker, lotería, bingo, etc. Pero, si el nombre del juego es una marca registrada, entonces, se escriben con mayúscula: Monopoly, Adigma, Cranium, Pictionary, Scrabble, Jenga, Catán, Frontline, Fortune.
Entonces, ¿qué pasa con los ejemplos que menciona Matilda? ¿El nombre de esos juegos deben escribirse con minúscula o mayúscula? ¿Se pueden considerar obras de creación? ¿El corrector de estilo estaba borracho cuando puso mayúsculas? No lo sé y no nos vamos a poner juzgones.
Comencemos por teléfono descompuesto, en este caso todo va en minúsculas, porque es el nombre genérico que se le da a un juego en el que alguien le dice algo al oído a otra persona y esta se lo repite a otra y así sucesivamente hasta que la última persona dice en voz alta el mensaje que recibió que, con frecuencia, no tiene nada que ver con el mensaje inicial. Caso cerrado.
Veamos el caso de Dominó de las Risas Locas. El nombre está formado por un sustantivo genérico, dominó, y un complemento del sustantivo, formado por una frase preposicional, de las risas locas; esta última tiene la función de singularizar al primero, es decir, separarlo del resto de versiones de dominó que puedan existir. Cuando leemos dominó de las risas locas, no nos referimos al dominó de cantinas y juergas, ni a ningún otro tipo de dominó, sino única y exclusivamente al de las risas locas.
La Ortografía de la Lengua Española en su edición del 2010 tiene un pequeño apartado (4.2.4.11.1) para los nombres de objetos singularizados, como es el caso de nuestro dominó, y dice lo siguiente:
Se escribe con mayúscula inicial los nombres propios de objetos singularizados: la bomba Little Boy, el Big Ben, la espada Tizona, la nave espacial Soyuz, el satélite Sputnik […] Las denominaciones de objetos de carácter artístico, arqueológico o histórico formadas por un sustantivo genérico y un especificador, sea este un adjetivo o un complemento preposicional, se escriben con minúscula, a excepción de los nombres propios que las integren: la fíbula prenestina, la corona de Recesvinto, el cilindro de Ciro, la estela moabita, la piedra de Roseta.[2]
En conclusión, dominó de las risas locas se escribe todo en minúsculas, pues es un objeto singularizado y, a pesar de que nos referimos a un tipo específico de dominó, sigue siendo un sustantivo genérico que no está acompañado de ningún nombre propio. Sería diferente si el dominó se llamara dominó de Pancho Villa, pero no es el caso.
Lo mismo pasa con juego de la memoria de las emociones:
- juego es un sustantivo común;
- de la memoria es una frase preposicional que especifica a juego, es decir, se trata de un memorama;
- de las emociones también es una frase preposicional que específica a memoria.
Como ven, al igual que en el caso anterior, se trata de un objeto singularizado compuesto por sustantivos comunes, por lo tanto, todo va en minúsculas.
Debo decir que Matilda necesitaba una respuesta rápida, así que le aconsejé que siguiera la regla que se aplica para los títulos de obras de creación. Sin embargo, he pasado tres días rumiando su pregunta porque no me convencía la respuesta que le di. Ahora sé que estaba mal. Matilda, si estás leyendo esto, no te enfurezcas, recuerda que cada vez que alguien se enoja un bebé perezoso llora.
[1] Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española, «Denominaciones relacionadas con la actividad intelectual o cultural del hombre», v. 4.2.4.8., en Ortografía de la lengua española, Espasa, México, 2010, p. 487.
[2]Ibid, 505.
Bueno ps
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