La brevedad implica grandes complejidades en productos creativos como poemas, canciones, historias y, por supuesto, cortometrajes. Tratar de expresar un todo a través de fragmentos muy precisos es loable, pues se trata de un diálogo estético entre creador y espectador, el primero intenta englobar distintas sensaciones, pensamientos y emociones en unas cuantas líneas, minutos o imágenes; mientras que el segundo pone a su mente a trabajar capturando lo mejor de esos instantes, descifrando los códigos de lo que percibe y enriqueciendo el mensaje.
¿Cómo se logra expresar una mezcla de languidez, hastío, nostalgia e incertidumbre de dos realidades en poco tiempo? Estepario, cortometraje de Cinestress Producciones, lo hace a través de algunos elementos narrativos clave y componentes visuales sumamente precisos.
Estepario nos muestra la historia de un matrimonio aparentemente longevo, integrado por Ernesto y Angélica, quien sufre una grave enfermedad que la obliga a estar en cama. El avance de la afección ha causado un daño significativo en la relación, que se manifiesta en diálogos hostiles y breves, en los que ya hay poca empatía y comprensión. También aparece Romina, ex alumna de Ernesto, quien le envía mensajes francos de seducción, mismos que él parece ignorar, aunque no los desecha del todo. Pero las cosas no siempre fueron complicadas, a través de flashbacks nos enteramos que años atrás Angélica era una vivaz instructora de baile y Ernesto un hombre tímido que se enamora de ella y es correspondido, el contexto era luminoso y funcional. De esta forma, Ernesto queda en medio de la disyuntiva: continuar con Angélica hasta el desenlace de la enfermedad, siendo fiel como un lobo estepario, o construir algo nuevo con Romina.
Esta narrativa, que bien podría extenderse a manera de largometraje por un par de horas, se refleja en su estructura visual. Por ejemplo, las acciones del presente, es decir la decadencia del matrimonio, se muestran en escenarios oscuros, con luces tenues que funcionan como metáfora de las llamas del amor que se están apagando. Durante los flashbacks hacia los anteriores aniversarios, el ambiente se muestra luminoso y jovial. Por otro lado, en la escena de la defensa de tesis también se muestra en cierta penumbra, aunque enfocando una luz brillante hacia Romina, de manera que se enfatiza la evaluación de esa nueva persona, la posibilidad de un nuevo camino.
La imagen de un lobo, con expresión tranquila y observando fijamente hacia el frente, acompaña también al protagonista. Se convierte en el punto convergente del cuestionamiento, pues el lobo es un animal monógamo por instinto, se queda con su pareja hasta el final del ciclo de la vida. Por lo tanto, se convierte en un elemento clave, pues da la noción de un necesario cuestionamiento interno: ¿la monogamia en estas circunstancias sigue siendo la respuesta? Quizá ni siquiera llega a ser pregunta, pues en la cultura occidental la monogamia es una institución que pretende ser absoluta, aunque la realidad constantemente nos recuerda que no siempre es así.
En breves escenas, de forma concisa, Estepario lanza un dilema moral y al mismo tiempo un examen de vida. Probablemente, algo que pudo haber hecho falta es una mayor exploración de las reacciones de Ernesto ante los avances de Romina; pero lo que la brevedad de este cortometraje logra plasmar es material suficiente para buenas charlas.
Desde Gramáticos Anónimos les invitamos a darle una oportunidad a estas producciones emergentes de empresas mexicanas, que con mucho esfuerzo logran ofrecernos propuestas interesantes. Si quieren ver Estepario, manténganse al pendiente de su exhibición en festivales virtuales y presenciales, a continuación les dejamos los enlaces.
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