
¿Eres team “panecito” o “pancito? La gente va por la vida utilizando diminutivos de las maneras más aleatorias posibles, a veces con abundancia, debido a que se piensa que las palabras con diminutivos suavizan el discurso y denotan amabilidad: Juanito, ¿cómo está tu «noviecita», ¿Para cuándo los «hijitos»?, ¿No quieres una tortita de «tamalito»?. Pero, ¿has notado que existen algunas palabras que no podrían usarse con diminutivo aunque lo intentaras, como abundancia? ¿Por qué parece ser intercambiable el uso de “bebito” y “bebecito” o “piecito” y ”piececito”? Ahora te contaré un poco más acerca de la magia de los diminutivos para que sorprendas a tus amigos imaginarios.

¿Qué son los diminutivos?
Los diminutivos son palabras a las que se agregan sufijos pequeñitos que reducen o atenúan la intensidad o valor del lo que denota la base léxica; se agregan a la forma singular de un sustantivo, adjetivo y algunos adverbios. Algunas palabras con diminutivo se llegan a lexicalizar y adquieren un significado propio (por ejemplo, tortilla o manecilla).
Existen palabras que no admiten el uso de diminutivo; puedes intentarlo, pero serás un paria lingüístico, por ejemplo, las conmemoraciones (Pasaré «Navidadcita» solo con mi manita), las profesiones que terminan en -ista (El «congresistita» ingiere mucho polvito blanco) o los puntos cardinales (Caminamos 2 horas al «nortito» y ahora estamos perdidillos). Tampoco los adjetivos o sustantivos terminados en s (La bruja era muy «cortesita»). Sucede lo mismo con palabras abstractas como violencia o agudeza. Estas excepciones son generales, pero muchos otros casos dependen del uso regional, por eso no se puede hablar de reglas en torno a los diminutivos, solo de algunas pautas.

Entonces, ¿cómo diablos uso los diminutivos?
Si las palabras son monosílabos se convierten en polisílabos al agregar el sufijo -ecito, -ecita, como en luz/lucecita, pan/panecito, voz/vocecita.
Si las palabras son bisílabos se convierten en trisílabos al añadir el sufijo -ito, -ita si terminan en las vocales a, o, como en caña/cañita, libro/librito. También si terminan en una consonante que no sea n o r (reloj/relojito).
Se convierten en tetrasílabos con el sufijo -cito, -cita si terminan en consonante (halcón/halconcito, vapor/vaporcito); también si terminan en la vocal e (café/cafecito) o a tónica (sofá/sofacito).
Si las palabras son polisílabas forman diminutivos a partir de -ito, -ita si terminan en vocal (máscara/mascarita, plátano/platanito).
Si terminan en z, ésta se sustituye con c y se agrega -ito, -ita (alférez/alferecito).
Si terminan en n o r, se agrega -cito, -cita (comedor/comedorcito, polvorón/polvoroncito).
Estas pautas están sujetas a variantes regionales que pueden aceptar utilizaciones diversas (como en piecito/piececito). Los diminutivos suelen concordar en género y número con la palabra raíz; aunque en ciertos lugares existen ambigüedades de origen (en algunas regiones de América se dice el manito y no la manita).
Otros sufijos que se utilizan en algunas regiones de España y Latinoamérica son -ico, -ica (puertica), -illo, -illa (a veces adquieren significado propio como palo/palillo o nata/natilla), -in, -ina (pelín, brillantina), -iño, iña (cerveciña, besiño), -uco, -uca (hermanuco, abejuca). Algunos sufijos pueden indicar cierto carácter despectivo como -ete, -eta (pajarete, pipeta), -ucho, -ucha (cuartucho, casucha).
En síntesis, lamento haberte arruinado el hecho de usar diminutivos a diestra y siniestra, especialmente para suavizar las malas noticias o darle pretextos a tu jefe o jefa. Al mismo tiempo, siento que te he dado herramientas para que invites a tus amiguetes por unos traguitos coquetos el próximo viernes de ya valió (es en serio, no tengo amigos, ¿quién jala?).
Fuentes:
Diminutivos, en Wikilengua del español, (20 abril 2022).
Vista Higher Learning, Café, pececito y despacito: los diminutivos en el idioma español, (20 abril 2022).