Los vikingos son una especie de rockstars de la cultura popular: invadieron Europa antes que la música disco, llegaron al continente americano y muy probablemente llegarán a Marte antes que Elon Musk y sus juguetes. Aunque los hispanoparlantes nos sintamos lejos de la cultura nórdica, existe un ámbito en el que el español ha heredado algunos brutales términos nórdicos, nada más y nada menos que en el ámbito en el que los antiguos vikingos destacaban más: la navegación.
Las invasiones vikingas a la Europa continental durante la Edad Media provocaron un intercambio lingüístico intenso. La destreza naval de los vikingos fue de especial interés para los pueblos invadidos, por lo que algunos cuerpos militares decidieron aprender qué hacía tan especiales a las embarcaciones nórdicas, de tal forma que se desarrolló una terminología náutica a lo largo de los siglos. Diversos términos de los hijos de Odín se comenzaron a utilizar en francés y después se adaptaron lentamente al español. Veamos algunos ejemplos:
quilla. del francés quille y éste a su vez del nórdico kjölr, es la base curva que se extiende de popa a proa, de hierro o madera, sobre la que se asienta toda la armazón del navío. Podemos imaginar este bonito término utilizado en oraciones como: Oye, Gunnar, ¿qué te parece si atamos a Olaf a la quilla del barco como broma de cumpleaños?
carlinga. del francés carlingue y del nórdico karling, es un hueco, generalmente cuadrado, en el que se encaja la mecha del mástil en algunos navíos. Puede utilizarse, por ejemplo, en los versos de un marinero decepcionado: Cuando Grunhilda se fue, solo dejó una carlinga en mi corazón.
equipar. del francés équiper y del nórdico skipa, término que define la acción de aprovisionar una nave con todo lo necesario para las necesidades básicas y la defensa. En palabras de vikingos: ¿Qué demonios? ¿Por qué pensaste que podíamos equipar el barco solo con salchichas y jugo de ciruelas?
guindar. del francés guinder y del nórdico vinda, es la acción de subir un objeto que debe ser colocado en alto. Por ejemplo: ¡Procederemos a guindar al próximo que se burle del bigote a medio rasurar del capitán!
flota. del francés flotte y del nórdico floti, se trata de un conjunto de embarcaciones mercantes de exploración o de combate de un grupo humano o país. Por ejemplo: Mi primo juntó una flota impresionante de bananas para emprender su negocio en Acapulco.
Ahí lo tienen, conocer todos estos términos de origen nórdico les permitirá ser el alma de la fiesta en el crucero, o bien, ser catalogado como el amigo sabelotodo insoportable en sus próximas vacaciones en Cancún, les dejo el riesgo a ustedes, valientes lectores. Por otra parte, nos hace conscientes de la influencia cultural y lingüística que puede llegar a tener una cultura sobre otra, aunque parezca inverosímil o insospechada, si quieren saber más les recomiendo leer el texto de Erla Erlendsdóttir que aparece en nuestras fuentes. Mientras tanto, les deseo que Odín siempre los proteja (aunque Huitzilopochtli se nos puede poner celoso, y es muy sanguinario también).
Fuente:
Erla Erlendsdóttir, «Algunos marinerismos de origen nórdico en el español», en Actas del XVI Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas (2007b), (16 de agosto de 2021).