
El otro día mi amiga Gertrudis me envió un mensaje preguntándome lo siguiente: «¿Por qué pasos a seguir está mal?, ilumíname»
Le dije que viviríamos en la oscuridad, porque yo tampoco sabía, pero me puse a investigar y descubrí la razón.
Resulta que pasos a seguir es un calco del francés. Un calco es cuando se copia de manera literal un significado o una estructura de otro idioma. ¿Te van a tachar de afrancesado si usas esa expresión? Pues no, esta construcción en los ámbitos administrativos está tan generalizada que la usamos todo el tiempo y ni siquiera sabíamos que era incorrecta, por ejemplo: problemas a resolver, cuestiones a discutir, tareas a realizar, documentos a entregar… Regularmente, esta construcción expresa acciones que se deben llevar a cabo o que están pendientes de llevarse a cabo.
La preposición a sustituye a lo que hay que hacer: pasos a seguir/pasos que hay que seguir, es mucho más corta la estructura francesa; sin embargo, en español también tenemos alternativas, la Real Academia Española (RAE) aconseja que la preposición a se sustituya por las preposiciones para y por o por el relativo que, siempre y cuando esto no afecte el significado de la oración. Por ejemplo:
- Los pasos a seguir son…/Los pasos por seguir son…
- Hay varias cuestiones a discutir./Hay varias cuestiones que discutir.
- Las ideas a desarrollar son estas…/Las ideas para desarrollar son estas…
- Los problemas a resolver son los siguientes…/Los problemas por resolver son los siguientes…
- Las tareas a realizar son muchas./Las tareas por realizar son muchas.
También, hay que tomar en cuenta que esta estructura se utiliza con sustantivos abstractos, es decir, entidades a las que atribuimos procesos, acciones o cualidades, pero que no podemos percibir con los sentidos, sino que las pensamos con ciertas características. En este caso: pasos, cuestiones, ideas, problemas y tareas, son un conjunto de cosas por hacer que no podemos identificar materialmente.
En casi todos los casos anteriores, uno podría pasar por alto (si se quiere) la construcción con la preposición a, pero no con documentos, ya que éste no es un sustantivo abstracto:
- No hay más documentos a entregar./No hay más documentos para entregar.
Por otro lado, la RAE acepta este uso en el terreno de lo económico con frases como cantidad a ingresar, cantidad a deducir, etc., pues son expresiones propias del área y ya consolidadas.
Ahora, ojo con la hipercorrección, pues no todas las construcciones de sustantivo + a + infinitivo son incorrectas. Recuerden que los casos que vimos aquí se relacionan con ambientes administrativos en los que se gestionan diversos asuntos. Algunos ejemplos de cuando esta construcción es correcta pueden ser miedo a morir, terror a padecer, inclinación a mentir, etcétera.
Un amigo me comentó alguna vez que pasos a seguir siempre le sonó raro, pero no sabía por qué. Recuerdo que un maestro en la carrera nos decía que la lengua es música y que si algo nos sonaba raro, probablemente, estaba mal. En este caso, así fue.
Fuentes:
Diccionario panhispánico de dudas, s/v a2, 3.
“temas a tratar, problemas a resolver, usos desaconsejados”, en Fundación del Español Urgente.
Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española, “El sustantivo y el grupo nominal”, v. 12.1.2d, en Nueva Gramática de la Lengua Española, Espasa, México, 2010, p. 210.